Hace pocos días cuando acompañaba
a la cineasta y documentalista, Martha
Rodríguez al aeropuerto luego de estar en el II FESTIVAL DE CINE Y VÍDEO COMUNA
13, ¨LA OTRA HISTORIA¨ y vivir de cerca las cicatrices de lo que fueron las
cruentas operaciones militares en la comuna 13
entre los años 2002 y 2003.
Me pregunto mirándome a los ojos ¨Bueno y a fin de cuentas su merce que es lo que ustedes pretenden lograr con toda esta movilización? ¨
Me pregunto mirándome a los ojos ¨Bueno y a fin de cuentas su merce que es lo que ustedes pretenden lograr con toda esta movilización? ¨
Esclarecimiento, justicia y
reparación, le respondí.
Si bien existen treinta (30) denuncias formales de desapariciones, muchas familias fueron obligadas a desplazarse de la comuna y guardar silencio ante la desaparición de sus seres queridos. La cifra que se maneja desde las organizaciones defensoras de derechos humanos habla de por lo menos cien desapariciones en este cruento periodo.
La entrada de los paramilitares a
la comuna 13 con lista en mano posterior a la operación orión, presupone la complacencia y complicidad del
estado a través sus organizamos militares para contrarrestar la presencia miliciana en
la comuna 13 a cualquier precio.
En el imaginario de la comunidad
de la comuna 13, está claro que el estado combatió y erradico la presencia de
los milicianos en la comuna 13, pero permitió y acólito el asentamiento de los
paramilitares en su lugar.
Diez años después el panorama en
la comuna 13 es igual de desolador.
Si bien hubo una disminución en
el índice de homicidios en la comuna 13 y en la ciudad en general en los años
posteriores a la operación orión, fue una política pactada entre los militares
y el paramilitarismo que para esa época hacia presencia en un 90% de la ciudad.
Por otra parte a la vez que disminuían los
homicidios aumentaban el índice de desapariciones en muchos casos nunca
denunciados frente a las amenazas de que eran victimas los familiares de los
desaparecidos.
A la comuna 13 le esperaban todavía
dos graves hechos en enlutarían aun más la ya martirizada memoria colectiva de
sus habitantes.
El asesinato el 24 de agosto de
2006 de Haider José Ramírez Colorado, se convirtió en un verdadero magnicidio
para los habitantes de la comuna 13. Haider Ramírez se había convertido en un líder
carismático que aglutinaba a su alrededor a las organizaciones sociales y
comunitarias de la comuna 13 y que había logrado construir un proyecto político
que seguramente le abría permitido a los habitantes de la comuna 13 tener voz
en el concejo de Medellín. Pero quien se beneficiaría con la muerte de Haider Ramírez?
Para quienes representaba un peligro que Haider avanzara en su vertiginoso
ascenso al Concejo de Medellín? Son algunas de las preguntas que se hacen los habitantes
de la comuna 13 para quienes la muerte de Haider está en la más completa
impunidad.
Por su parte el asesinato de Judith
Vergara fue visto como un nuevo hecho político
por parte de los habitantes de la comuna
13 que reforzaría la zozobra frente al
trabajo de los defensores de derechos humanos que se vivía para abril el 2007
en la comuna 13, tras el asesinato de Haider Ramírez. La muerte de Judith quien
hiciera parte de la corporación corpades, el polo democrático y las madres de
la candelaria entraría a aumentar la tristeza de los habitantes de la comuna.
El asesinato de Judith fue un claro mensaje del paramilitarismo para re confirmar lo que se oía a voces en la ciudad, ¨la permanencia de estructuras armadas en la ciudad , pese a haberse realizado la supuesta desmovilizaciòn.
Pero para que eso sea posible es
necesario generar muchas voces, mucha opinión pública nacional e internacional
que permita que toda esta barbarie que vivió la comuna 13 de Medellín no quede
en la impunidad y que algún día puedan dormir tranquilas las decenas de madres
que aun esperan que sus hijos toquen la
puerta.
Te invitamos a que te expreses …..
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