Por: Sergio Kamu
Corresponsal
Creía estar dejando mi casa, la comuna y mi país por el simple hecho de viajar a Rio de Janeiro en Brasil como invitado a al festival de cine comunitario Visoes Periféricas, pero al llegar a las favelas de Rio de Janeiro nunca me sentí afuera, mucho menos me sentí un extranjero. Volví a estar por aquellas calles estrechas, las casitas de ladrillo apeñuscadas en las montañas una encima de las otras queriendo tocar el cielo, me encontré subiendo de nuevo escaleras empinadas, y perdiéndome por laberintos.
Mientras avanzaba parecía que estaba al mismo tiempo en Ciudad Bolívar, con su gente, con rostros parecidos, me sentía en la comuna 13 de Medellín encontrándome en cada esquina con jóvenes y niños como los del barrio el salado, de un lado para otro cantando o jugando mientras nosotros proyectábamos películas y traspasábamos fronteras imaginarias a través del cine. Veía las casas y me acordaba de las casas del barrio el nevado de Manizales donde se camina hasta en los techos; lo que mas me gustaba era ponerme en la cima de las casas de la favela y ver a lo lejos ese mar atlántico que me hacia recordar a los niños de la boquilla en Cartagena mientras se divertían haciendo vídeos jugando a ser reporteros y entre música y baile hablar del amor por su boquilla.
Durante una semana estuve visitando las favelas de Santa Marta y Babilonia donde se le realizaba un homenaje a Eduardo Coutinho legendario documentalista de Río de Janeiro, proyectando sus películas y reencontrándose con sus personajes que viven en las favelas, y compartiendo con jóvenes realizadores brasileños que tenían los mismos sueños que vi en mi y en los demás jóvenes de mi país, de las comunas que en el arte buscan un espacio para desarrollarse, entretenerse sanamente, alejarse de vicios, de la guerra y acercarse a sus sueños, a su identidad, a su familia y amigos. Fue a través de sus audiovisuales que conocí comunidades lejanas al otro lado del mar, indígenas en las profundidades de la selva y una cantidad de personajes de las comunidades únicas y diversas, con los mismos conflictos sociales, culturales y políticos pero con la misma lucha que se libra en toda Latino américa la lucha del reconocimiento, auto-reconocimiento y visibilizaciòn de las comunidades periféricas que tiene sed de contarse.
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